20.7.10

Así viví la noche de la IGUALDAD



Ya casi una semana y todavía no pude sentarme un minuto a escribir sobre ese día en el que los ojos de muchos de nosotros se llenaron de júbilo y se humedecieron de orgullo, optimismo y esperanza. A partir de ese día fue como si un poder especial hubiera caído sobre mí y me hubiera generado la certeza de que todo lo podemos conseguir, de que nada es imposible si la lucha es auténtica y sentida, si se cree en algo y si ese algo es bueno y viene desde almas puras. Todo lo que pedíamos era pertenecer, ser iguales aunque distintos. Pero no pedíamos parecernos sino tener los mismos privilegios que todos tenían. Pertenecer a la sociedad de la que ya eramos parte sin serlo.

Y en contraste a ese frío cortante aparecieron palabras cálidas de algunos representantes. Las frases que nos incluían dieron vueltas de calesita en los oídos de todos nosotros y esperamos lo mejor. Pero también se hizo sentir el discurso venenoso de muchos otros y temimos lo peor. El afecto de los compañeros de lucha fue lo que nos permitió seguir en pie a pesar del cansancio. La mirada confiada y a la vez temerosa de ella fue lo que me permitió soñar...

Encontrarme con ilusiones bellas de nuestros hijos con los nombres de las dos. Pensar en nuestra futura bella casa, comprada a nombre de las dos con un crédito sacado por las dos. Imaginar una vejez hermosa rodeada por nuestros hijos y nietos orgullosos de la familia que construímos. Entonces lo supe.
La ley iba a salir. Esa sería una noche en la que la igualdad sería protagonista. Ya no el frío, ya no la exclusión, ya no las palabras que lastiman.

Y el momento de la votación llegó. Todas nuestras manos unidas como hermanos. Como si aquella noche el Hombre hubiera retornado a sus primitivos orígenes en los que todos eramos iguales. Y ocurrió. Todos gritamos., lloramos, cantamos, nos abrazamos y creí que eramos invencibles. Creí que nunca nadie nos iba a volver hacer sentir así en nuestra vida. Tan plenos, tan grandes...

Gracias, gracias por devolvernos lo que alguna vez nos quitaron. Soy Feliz.

3 comentarios:

Ross dijo...

Enhorabuena una vez más. Ojala y no tuviesemos que pasar por todas estas cosas. Un beso

Hester Prynne dijo...

¡Genial blog! Os pongo en mis enlaces. Un abrazo fuerte.

Marie y Eli dijo...

Ross: gracias!! de cualquier manera, pasar por estas cosas nos hace los seres luchadores que somos y así enfrentamos cualquier situación en la vida!. Un beso!.

Hester!!!!!!: yo soy Abril (del blog El arrebato de vivir), te acuerdas?. Nos hemos leído tantas veces! y compartido mil post! Cómo me alegra este reencuentro!!!. Un abrazote!. Marie.