5.6.14

Un hada y un adiós

En enero nos fuimos de vacaciones al mar y, una noche mágica, una persona nos regaló un hada embarazada. Un deseo fue soplado por ella y por nosotras dos adentro de una bolsita que la contenía. Sólo liberamos el deseo cuando un hada de carne y hueso nos regaló la ilusión de ese deseo, allí hecha realidad, una persona maravillosa nos estaba dando la oportunidad de cumplir ese sueño, ese deseo soplado en esa bolsita. Pero no tenía alas como las hadas sino guardapolvo blanco...

La confianza que pusimos en esa doctora es indescriptible, y la felicidad que ella nos devolvió es indecible. Hay personas que se cruzan en tu camino para facilitarte las cosas, para acercarte más los sueños, para bajarte el cielo a la tierra.

No basta estudiar una profesión y crecer en ella si no hay don de gente, sobre todo en la medicina. Todo eso hace un conjunto perfecto para que te destaques en tu trabajo, para que además de poner el cuerpo, la cabeza y la mente, puedas poner el alma y el corazón. Eso te hace ser diferente a los otros. Y así es Sandra. Gracias a su humanidad recuperamos la esperanza.

El 27 de marzo nos inseminó. Y millones de hadas se complotaron ese día, creanme.

El 11 de abril, felizmente, nos enteramos que estábamos embarazadas. Fueron semanas inigualables, días que de tanta felicidad nunca podría llegar a describirlo con palabras. Había resultado todo tan natural, tan fácil, tan holgado... En el primer intento ya habíamos podido fecundar ese/a hijo/a que tanto tiempo habíamos soñado.

La primera ecografía fue colmar aun más de felicidad nuestros corazones, lo vimos latir, moverse, VIVIR. No había días sin emociones, era una avalancha de alegría, para nosotras y para nuestros seres queridos.

El domingo 1 de junio la peor noticia de nuestras vidas se plasmó en una pérdida primero, y en una ecografía después, ya sin latidos y sin vida. Habíamos perdido a nuestrx hijx.

El dolor más grande e importante de nuestra vida es esta pérdida, todo se desmoronó a nuestros pies, todos los sueños, las ilusiones, los deseos, todo se cayó al barro.

En este momento no hay hadas, ni hechizos, sólo hay pesar y más pesar, una pena tan grande que parece que nunca va a cesar...

2 comentarios:

Lulú y Nani dijo...

No hay palabras que les puedan brindar consuelo, pero solo les envío mucha buena vibra y ánimos!! ustedes son unas guerreras que lograran salir adelante y podrán alcanzar el sueño tan anhelado de ser madres!! Mucha FE Y ESPERANZA!! Con cariño desde Venezuela..

Marie y Eli dijo...

Muchas gracias chicas!